8 Consecuencias Del Pecado Y Cómo Vencerlo
Las consecuencias del Pecado llegaron a la humanidad producto de la desobediencia de Adán que no siguió la ordenanza dada por el Creador cayendo ante la tentación, y que produjo que se afectará la naturaleza humana, separándolo de Dios y de todo lo que Él había prometido para su vida, y a su vez la condenación al infierno.
Sin embargo, por medio del sacrificio de Jesús se puede tener una oportunidad de cubrir los pecados de todos aquellos que se arrepiente, pues la práctica del pecado traerá consecuencias para todos aquellos que lo practican, es por ello que la palabra enseña "El que encubre sus pecados no prosperará", llegando a muchas consecuencias terribles para las vidas de los que no se arrepienten de sus malos pasos.
El Pecado
Al hablar del pecado se refiere a la palabra hebrea "Jattath" que significa errar en el blanco o no alcanzar una meta establecida. De este modo, el pecado vino a romper la comunión que había entre Dios y el hombre, y eso fue por la desobediencia de Adán y Eva, es por ello que todo hombre en la tierra tienen esa naturaleza pecaminosa.
En este sentido, el pecado viene a presentarse en la vida de las personas como algo deleitoso y que produce un placer temporal en la vidas de las personas, produciendo consecuencias trágicas en sus vidas por trasgredir los mandatos dejados por Dios en las Sagradas Escrituras, y entre algunos de estos pecados lo enseña la Biblia
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gálatas 5:19-21)
Es por ello que la palabra de Dios enseña que por medio del pecado serán destituidas las personas del reino de los cielos, ya que hay parámetros que deben cumplirse para entrar al cielo, y si se incumplen estos mandatos o no se arrepienten de ello será cumplido lo que dice la Biblia.
«¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1ra. Corintios 6:9-10)
Del mismo modo, hay otros versículos que permiten mostrar lo que Dios aborrece, y que todo creyente debe evitar hacer, ya que eso conllevará a la condenación eterna, pues el que practique el pecado tiene diversidad de consecuencias.
“Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal, el testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos” (Proverbios 6:16-19) “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira” (Apocalipsis 22:15)
Consecuencias del Pecado
Cuando una persona comete pecado eso producirá una diversidad de consecuencias para su vida, y entre ellas están las siguientes:
1.- El Pecado trae la muerte
Cuando una persona permite que el pecado sea parte de su vida eso trae consecuencias muy grandes, ya que su vida espiritual será destruida por las obras carnales, y no permitirá que el Espíritu Santo gobierne su vida, trayendo ceguera espiritual y una cadena de opresión que trae la muerte espiritual de la persona.
«Porque la paga del pecado es muerte…» (Romanos 6:23)
De este modo, cuando una persona no permite que el Espíritu de Dios obre en su vida, eso trae maldición a su vida espiritual, trayendo un conflicto interno que lo llevará a la perdición, y por consiguiente la separación de la eternidad con Dios.
2.- El Pecado te aleja de Dios
Cuando una persona peca le sucede lo mismo que pasó con Adán y Eva cuando pecaron, que se escondieron de Dios demostrando que se alejaban de Él, en cosas que no les había permitido que hicieran.
«Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios» (Romanos 3:23)
De este modo, cuando una persona peca está diciéndole a Dios que prefiere las cosas del mundo que a sus mandatos y preceptos, trayendo consigo el alejamiento de Dios de su vida, pues no se acerca a Él.
3.- El Pecado destruye a la persona
Cuando una persona peca se está destruyendo a sí misma, cumpliéndose la ley de la siembra y la cosecha, es decir que el pecado trae consigo la destrucción para su vida, llevándolo al sufrimiento y fracaso, cosa que Dios no desea para su creación
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna” (Gálatas 6:7-8)
En este sentido cuando una persona comete cualquier tipo de pecado eso provoca en las personas conductas pecaminosas que los aleja de Dios, produciendo en ellos esa destrucción de su vida, trayendo consigo esa muerte espiritual que habla las Sagradas Escrituras: “El alma que pecare, esa morirá”(Ezequiel 18:20).
4.- El Pecado esclaviza a la persona
Cuando una persona comete pecado se convierte en esclavo de la acción indebida, ya que le da derecho legal a que está acción tomé dominio de su vida, ya que la persona no pueda ser libre de ella, sino que cada día es atado con más fuerza producto de las cadenas espirituales que ha permitido que lo arrope.
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado” (Juan 8:34)
Este sentido el hombre no tiene la capacidad para poder romper esas cadenas, pues eso es roto, únicamente, por el poder de Dios, que es logrado por medio del sacrificio en la cruz que trajo libertad a las almas cautivas.
“¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para la justicia?” (Romanos 6:16)
5.- El Pecado produce condenación eterna
La persona que no cumple los mandatos de Dios, satisfaciendo sus deseos carnales y teniendo un estilo de vida donde el pecado es parte de ella, eso traerá una condenación eterna en el infierno, pues si no se arrepiente de ellos será contado como ese grupo que tendrán un sufrimiento eterno.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (1ra. Corintios 6:9-10)
6.- El Pecado causa dolor en el alma de la persona
Cuando una persona tiene una vida de pecado su alma está atada, mientras no confiese sus fallas o errores delante de Dios no podrá tener esa liberación de su alma, pues se sentirá agobiado y perdido, ya que caminará en una vida sin propósito divino.
“Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día. Porque día y noche tu mano pesaba sobre mí; mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. Te manifesté mi pecado, y no encubrí mi iniquidad” (Salmos 32:3-5)
7.- El Pecado entristece a Dios
Cuando una persona vive en pecado está desconociendo la autoridad de Dios en su vida, por lo tanto eso produce que Dios se entristezca porque su creación no lo reconozca y no tenga fe en Él, "todo lo que no proviene de fe, es pecado" (Romanos 14:24)
“Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención” (Efesios 4:30)
8.- El Pecado trae consigo más pecados
La vida de una persona en pecado trae consigo la multiplicación de los malos actos delante de Dios, trayendo consigo ataduras y cadenas que vienen a oprimir su vida, produciendo que las malas acciones y los actos pecaminosos gobiernen todo su ser.
“¡Ay de los hijos rebeldes declara el Señor que ejecutan planes, pero no los míos, y hacen alianza, pero no según mi Espíritu, para añadir pecado sobre pecado!» (Isaías 30:1)
Cómo vencer el Pecado
El mayor deseo de Dios es que todas las personas lleguen a un arrepentimiento genuino para no sufrir la condenación eterna en el infierno, por ello el enseña que hay diversidad de consecuencias que produce el pecado, pero de la misma forma habla sobre cómo obtener esa salvación que le trae liberación del pecado y le permite una eternidad en su presencia.
“Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23)
A través del sacrificio hecho por Jesús en la cruz permite que todo los pecados de la humanidad hayan sido personados, trayendo consigo la liberación de las almas de las cadenas que los oprimían producto del pecado. Por ello toda persona que confía en Jesús declarándolo como su Salvador, reconociendo su poder liberador.
«Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz; y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos ellos en la cruz» (Colosenses 2:13-15)
Es por ello que Dios en su inmenso amor a la humanidad envió a Jesús para morir por los pecadores, y de esa forma traer la oportunidad de acercarse al trono celestial, por medio de ese sacrifico hecho por cada pecador.
De ese modo Dios logró que la humanidad tuviese otra oportunidad de acercarse a Él, por ello no rechaza a los pecadores que se acercan arrepentidos, pues Dios los recibe con los brazos abiertos, cuando deciden dejar atrás el pecado y decidir seguir al Señor en todos sus caminos.
Por otra parte, la persona que confiesa sus pecados y se aparta permitirá que el Espíritu Santo de Dios traiga en su vida la renovación de su mente, llevando consigo romper esa mente viciada que la encadenaba, y renovando su mente con los principios de las Sagradas Escrituras, a través de estudio de ellas.
«No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)
De este modo Dios le otorga a toda la humanidad la solución para no estar en condenación por el pecado, por eso el invitamos a que confiese sus pecados delante de Dios y permita que su obra redentora pueda desarrollarse en su vida, y así poder recibir por medio del sacrificio de Jesús esa herencia de vida eterna con el Padre Celestial.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2da. Corintios 5:21)
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