Asistir A La Iglesia A Adorar A Dios

Asistir a la iglesia a la iglesia a adorar a Dios es un mandato que las Sagradas Escrituras afirma a todos los creyentes, indicando que deben congregarse y mantenerse en comunión todos en un solo sentir, como lo hacía la iglesia primitiva.

De este modo, la Biblia enseña que los creyentes necesitan asistir a la iglesia para poder como comunidad en la fe adorar a Dios, y poder ser instruidos en su palabra para el crecimiento espiritual de toda la grey del Señor.

Índice

    Asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    Asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    Desde la instauración de la iglesia primitiva se reunían todos los creyentes en el señor para compartir en un solo sentir el pan y las oraciones que elevaban al Dios de Israel.

    “Y perseveraba en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42)

    En este sentido, los creyentes en Dios deben seguir el ejemplo de devoción y de todo lo que hacía la iglesia primitiva, quienes no tenía un edificio físico designado para la iglesia pero permanecían en comunión cuando estaban reunidos como hermanos.

    «perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón» (Hechos 2:46)

    Cuando inició la iglesia primitiva dondequiera que se llevaba a cabo la reunión, todos los creyentes crecían en el compañerismo, el amor y la enseñanza de la palabra de Dios, siendo un lugar de restauración y bendición para toda la localidad.

    Importancia de asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    Asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    La importancia de asistir la asistencia a la iglesia adorar a Dios no es una sugerencia, sino que es la voluntad y mandato del Padre para todos los creyentes, ya que en la palabra se exhorta al no dejar de congregarse.

    «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor ya las buenas obras; no dejar de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca» (Hebreos 10:24-25)

    El autor del libro de Hebreos hace esta afirmación, ya que en la iglesia primitiva algunos estaban cayendo en el mal hábito de no estar reuniéndose con otros creyentes, situación que los hacia debilitarse y ser seducidos a sus viejos rudimentos.

    Es necesario asistir a la iglesia porque el creyente requiere la fortaleza que brinda estar en ese lugar, donde se está dedicado en adorar a Dios e instruir enseñar y preparar a todos los que desean recibir la bendición de Dios.

    «Para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo» (Efesios 4:14-15)

    Características de lo que sucede al asistir a la Iglesia

    Asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    Cuando el creyente asiste a la iglesia este lugar se convierte en un hogar, donde se pueden desarrollar las siguientes características entre los asistentes:

    • Los creyentes pueden desarrollar su amor mutuo y colectivo.

    «Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros» (1ra. Juan 4:12)

    • Cuando se está en la iglesia todos los creyentes pueden exhortarse unos a otros ayudándose cada día en seguir el camino de la fe.

    «antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado» (Hebreos 3:13)

    • Cuando los creyentes se encuentran en la iglesia se pueden estimular los unos a los otros en el amor, y llevar adelante el evangelio, que los ayuda al crecimiento espiritual en la obra de Dios.

    «Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras» (Hebreos 10:24)

    • Al estar en la iglesia las personas aprenden a desarrollar el don de servicio, ya que en las actividades de la congregación colaboran, lideran, organizan y sirven en el propósito del avance del reino de los cielos.

    «Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros» (Gálatas 5:13)

    • La convivencia que se da en la iglesia entre los creyentes permite instruirse unos a otros, ayudarse en las necesidades que puedan estar viviendo, y sobretodo caminar conforme a los mandatos del Señor.

    «Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros» (Romanos 15:14)

    • Los creyentes en la iglesia aprenden el amor fraternal, y a saber honrarse los unos a los otros.

    «Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros» (Romanos 12:10)

    • La convivencia la iglesia permita que los creyentes puedan ser bondadosos y misericordioso los unos a los otros en el amor al Señor.

    «Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo» (Efesios 4:32)

    El Cuerpo de Cristo en la Iglesia

    Asistir a la Iglesia a Adorar a Dios

    Cuando las personas aceptan al Señor Jesucristo y reciben conforme a la fe la salvación dada por el sacrificio hecho en la cruz, se convierten en miembros del Cuerpo de Cristo, que en la iglesia funcionan en un solo sentir en la fe.

    «Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, otros los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas» (1ra. Corintios 12:27-28)

    Cada miembro tiene un don, talento o ministerio que trabajarán en el cuerpo de la iglesia, funcionando de forma apropiada como un cuerpo físico, de esa manera todas las partes del cuerpo de Cristo estarán funcionando, para que el evangelio pueda extenderse a todos los lugares que se requieran en la iglesia.

    «Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído?

    Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo» (1ra. Corintios 12:14-20)

    Es por ello tan importante asistir a la iglesia, y no solo escuchar los cultos sino involucrarse dentro del ministerio, y poder ayudar en la obra del Señor a través de los dones espirituales que Dios ha dado a cada uno de sus creyentes, y activar esos talentos en pro del Reino de los Cielos.

    «Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,

    para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo» (Efesios 4:11-13)

    Es importante entender que para poder alcanzar la madurez espiritual es importante asistir a la iglesia, para dar uso de los dones, y de esa forma ser exhortados, instruidos y dirigidos por los pastores, profetas, evangelistas, apóstoles y maestros de la Palabra, que serán usados por el Espíritu Santo para edificación del creyente.

    «vosotros también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo» (1ra. Pedro 2:5)

    Es por este motivo, que asistir a la iglesia y ser partícipe de todo lo que ocurre allí ayudará al creyente caminar cada día conforme al propósito del Señor, y poder ser instruido en su palabra teniendo ese amor, misericordia y compañerismo que se da entre todo los creyentes en una iglesia.

    «Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;

    vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia» (1ra. Pedro 2:9-10)

    De este modo, invitamos a que todos los creyentes en el Señor deben asistir a la iglesia, y recibir esa ayuda y estímulo que los ayude en mantener la comunión con todos aquellos que buscan la edificación del cuerpo de Cristo, y el avance del reino de los cielos.

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