6 Aspectos Que Necesitas Conocer Sobre El Reino De Los Cielos.
¿Conoces el reino de los cielos? Hoy en día muchas personas anhelan paz, seguridad y confort que según piensan el reino de los cielos trae o proporciona, es notable que en la antigüedad también era así.
Casi todas las personas a quienes se le pudiese hablar de tal lugar quisiera tener los beneficios de estar allí, pero son pocas las que realmente saben lo que significa dicha expresión, siendo que es un concepto central del mensaje de Jesús a la humanidad es de vital importancia discernir algunos aspectos claves de su existencia.
Quizás pudiese estar más cerca de lo que nos imaginamos o por el contrario pueda ser percibido como extremadamente lejano, es por eso que a continuación miraremos a la Biblia brevemente para indagar a que se refería Jesús cuando hablaba del reino de los cielos.
La expresión el “reino de los cielos” aparece 32 veces en las sagradas escrituras en forma literal y es propia de la predicación de Jesús especialmente en el evangelio de Mateo, en los demás evangelios la expresión es cambiada por la frase “reino de Dios” y aparece unas 70 veces más, para referirse al mismo fenómeno, sitio o acontecimiento, hay seis aspectos que tengo la intención de resaltar respecto al reino de los Cielos según la Biblia.
Primero: es extremadamente valioso.
Dice textualmente la escritura: “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró” Mateo 13:44-46.
Si consideramos al reino de Dios como un activo o un bien, es lo más importante que un hombre puede llegar a poseer, el texto antes citado claramente lo demuestra.
Jesús habla de el en los términos de un tesoro o una perla, que vale más que cualquier cosa que aquel hombre que lo descubre posee con anterioridad, tanto que aquel hombre no repara en venderlo todo con tal de adquirir dicho tesoro o perla.
Esta afirmación es confirmada por el mismo Jesús en Lucas 9:62 donde dice que ninguno que poniendo su mano en el arado, mira hacia atrás es apto para el reino de Dios, esto implica que debemos estar dispuestos a dejar muchas cosas para poder tener acceso al reino.
Debemos deponer muchas actitudes carnales y algunas premisas de la vida sin Dios si queremos obtener ese tesoro, cuando realmente sabemos lo que vale no tendremos problemas en anteponer el reino de Dios y su justicia, para que luego todas las cosas sean añadidas.
Segundo: El reino de los cielos sufre violencia.
La Biblia dice: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan” Mateo 11:12.
Cuando la Biblia habla de que sufre violencia, se refiere a que está permanentemente en disputa, y a que se requiere de un esfuerzo serio, decidido y “violento” para lograr obtenerlo junto con sus beneficios, cuando Jesús habla a sus discípulos estas palabras tenía en mente el impulsarlos a luchar por el reino.
Jesús esperaba de sus discípulos que abandonaran la actitud pasiva y tomasen acción para poner por obra todo lo que aprendían, sabiendo que tenían muchos detractores, y que enfrentarían gran oposición en el cumplimiento de la voluntad de Dios para sus vidas, pero que Dios era poderoso para darles la victoria sobre ellos.
Tercero: Se entra en el reino de los cielos por obediencia.
Dice la sagrada escritura: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” Mateo 7:21-23.
Al reino de Dios no podemos entrar a nuestra manera, ni existe manera obligar a Dios o coaccionarle a que nos dé acceso a su reino, tampoco es útil reconocer al Señor sin obedecerlo, el pasaje anterior claramente demuestra que es indispensable la obediencia.
Lo más importante es hacer verdaderamente la voluntad del padre y no vivir alardeando de espiritualidad o devoción religiosa, sino conocer que es lo que Dios espera de nosotros y hacerlo. Mateo 5:19 dice que por pequeños que sean sus mandamientos deben ser guardados, y cualquiera que los quebrante será tenido en poco y será llamado muy pequeño en el reino de los cielos.
Cuarto: Se entra solo con humildad al reino de los cielos.
Dice la Biblia: “En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos” Mateo 18:1-4.
Dios no espera que lo sepamos todo, ni que tengamos todas las respuestas para darnos acceso al reino de los cielos, lo que si espera de nosotros es un corazón humilde y enseñable como el de un niño. Los niños no viven en los prejuicios de la vasta experiencia propia que tanto limita la vida de los ya adultos, por el contrario obedecen y están deseosos de aprender.
Los niños no son maliciosos ni tienen dobles intenciones, al contrario unen sus intereses y deseos a lo que el maestro les enseña, tratan de ser felices compartiendo, no poseen un espíritu altanero y arrogante para ser egoístas, al contrario, son dóciles.
Por buenas razones dicen las sagradas escrituras Mateo 5:3 bienaventurados los pobres de espíritu porque de los tales es el reino de los cielos y también en Santiago 4:6 que Dios desecha a los soberbios y da gracia a los humildes, así que humildes como niños también debemos ser nosotros si aspiramos tener cabida en el reino de los Cielos.
Quinto: El reino de los cielos tiene un aspecto presente.
Dice el texto Bíblico: (…) Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. Marcos 1:15
En múltiples ocasiones (como en Mateo 3:2, 4:17, 10:7) Jesús predicaba que el reino de Dios se había acercado al estar entre las multitudes, esto, tuvo grandes implicaciones sobre sus oyentes, quienes además de sus enseñanzas recibían también sanidades, milagros y muchos endemoniados eran liberados de las garras del diablo.
El tener a Dios caminando entre ellos era la razón por la cual allí estaba su reino de los cielos, lo cual implica que hoy el reino de Dios también puede estar entre nosotros, recordemos que Jesús cerca del final de su tiempo aquí en la tierra nos dijo que se iría pero que no nos dejaría solos, sino que esto era necesario para enviarnos al consolador es decir al Espíritu Santo para que estuviese con nosotros siempre
También dice en Efesios 2:6 que quienes creen al mensaje de Jesús estamos sentados en los lugares celestiales con él, por lo tanto guardados por su poder y participando de su obra.
Es este espíritu Santo el que permite que las enseñanzas bíblicas cambien vidas y también que hayan sanidades y milagros hoy en día, es este Espíritu Santo el que con su poder liberta también hoy a los endemoniados y manifiesta la gloria de Dios trayendo entre nosotros su reino en el presente inmediato.
Sexto: El reino de los cielos tiene un aspecto futuro.
“Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes”. Mateo 8:11
Así como el reino de Dios tiene un aspecto presente, también tiene un aspecto futuro. Cuando todas las cosas le sean sujetas a Dios (Hebreos 2:8) y el Diablo sea atado y arrojado en el infierno.
Dice la Biblia que quienes hemos creído en el evangelio y practicado la verdad reinaremos junto con nuestro Señor Jesucristo por la eternidad en aquel momento. 2 Timoteo 2:12 pero para ello es necesario perseverar hasta el final, creyendo y confiando en que Dios tiene el control de nuestras vidas. Y que con su guía y ayuda todo saldrá bien.
Aunque sea mucha la maldad debemos perseverar.
“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Mateo 24:12-13.
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