Orar En El Espíritu. Importancia Y Cómo Hacerlo

Orar en el Espíritu está relacionado con hacer una plegaria que está empoderada en la libertad que trae el Espíritu Santo a una vida, teniendo el sentido del intercambio con el Padre Celestial, es tener conciencia de que se encuentra delante de la presencia de Dios, y todo es iluminado por Él, lo que conmueve el corazón, la mente y todo el ser de una persona.

La oración es parte primordial para un creyente, es por ello que es en la siguiente enseñanza se buscará explicar un poco sobre cómo lograr tener esa conexión con Dios, durante una oración, cumpliendo los preceptos que enseña la Biblia sobre orar en el Espíritu.

Índice

    Importancia de Orar

    Importancia de Orar

    Al hablar sobre la oración y como ella puede tener efecto en la vida de una persona y eso no dependerá en como hable esa persona, o de que forma emita las palabras o que su discurso sea elocuente, o de como utiliza un libro de oraciones, sino en aquel que está escuchando la oración.

    No se debe orar para impresionar a Dios, ni mucho menos a las personas que puedan estar escuchando esa oración, la pñegaria tiene que ser sencilla, hecha con el corazón sin tanta complicaciones, ni palabras rebuscadas solo es acercarse como cuando habla un hijo con su padre.

    “Entonces dijo [Jesús]: Les digo la verdad, a menos que se aparten de sus pecados y se vuelvan como niños, nunca entrarán en el reino del cielo.” (Mateo 18:3)

    De ese modo, es que se podrá vencer la naturaleza carnal y pecaminosa permitiendo que el Espíritu Santo de Dios deposite esa esencia divina, guiándolo en la plegaria que esté llevando delante del altar del Padre Celestial

    “Pero ustedes, queridos hermanos, manténganse firmes en su santísima fe. Oren guiados por el Espíritu Santo.” Judas (1:20)

    Es por ello, que Jesús nos enseña que es importante conectarse al Padre Celestial de forma genuina, como Él lo hacía, ya que el oraba de forma diaria y en esa plegaria podía ver al Padre conocer más de Él, y ser instruido por Él, en el Espíritu.

    “Entonces Jesús explicó: Les digo la verdad, el Hijo no puede hacer nada por su propia cuenta; solo hace lo que ve que el Padre hace. Todo lo que hace el Padre, también lo hace el Hijo.” (Juan 5:19)

    Eso quiere decir que Jesús entendía que era por la oración y la búsqueda diaria que se podía conocer la voluntad del Padre Celestial, y de ese modo conocer las bondades de su presencia, y poder cumplir cada uno de los preceptos y planes que Él tenía para su vida en la tierra.

    Del mismo modo, en que Jesús tenía esa conexión con el Padre Celestial desea que todos los creyentes puedan ser uno con Dios, y que su oración pueda ser dirigida por el Espíritu, que le dará las herramientas necesarias para poder cumplir esa comunicación entre la tierra y el cielo.

    A través de la oración el corazón del creyente se despierta y comienza a tener una identidad, y no es  cualquiera sino que es por medio de Jesús que es coheredero del reino de los cielos e hijo de Dios.

    “Y por cuanto ustedes son hijos, Dios envió a sus corazones el Espíritu de Su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6)

    A través de la oración es el medio en que las personas pueden conectarse con el Padre Celestial, y pedirle todo lo que necesiten, de modo que Él responderá de acuerdo a su voluntad.

    “Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre.” (Mateo 7:7-8)

    “Deléitate en el Señor, y Él te concederá los deseos de tu corazón.” (Salmos 37:4)

    Orar en el Espíritu

    Las Sagradas Escrituras enseñan que en varias ocasiones se indica al creyente que deben orar en el Espíritu, buscando que puedan desarrollar un vínculo espiritual al momento de entablar esa conversación o comunicación con el Padre Celestial.

    Cuando se estudia la frase "orar en" tiene diferentes significados en el griego que están relacionados con frases como “con la ayuda de”, “en conexión con”, “por medio de” y “en la esfera de” de este modo cuando se habla de orar en el Espíritu es entender que la dirección de la plegaria esta llevada por el Espíritu Santo de Dios, quien está en la tierra ayudando a todos los hijos de Dios, como lo dice las Sagradas Escrituras en el libro de Romanos:

    “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26)

    En este sentido, el creyente tiene una lucha constante con su vieja naturaleza que es la que no desea que ore, es por ello importante pedir al Espíritu Santo que sea dirigiendo la oración, porque de esa manera podrá ser originada de forma eficaz, siendo objetiva y cumpliendo el propósito por el cual ha sido realizada, pues tendrá la esencia divina en ella.

    Y es por ese motivo que las Sagradas Escrituras enseñan en varios versículos específicos, la importancia de orar en el Espíritu:

    • «¿Qué pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1ra. Corintios 14:15)
    • “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:18)
    • “Pero vosotros, amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” (Judas 1:20)

    Y cuando una persona logra conectarse en oración a Dios entenderá que cuando se realiza una plegaria no es la forma en la que el ser humano podrá lograr su voluntad, sino que es el camino que Dios emplea, para poder hacer la voluntad en la tierra con la persona.

    “Pero ustedes no están dominados por su naturaleza pecaminosa. Son controlados por el Espíritu si el Espíritu de Dios vive en ustedes. Y recuerden que los que no tienen al Espíritu de Cristo en ellos, de ninguna manera pertenecen a Él” (Romanos 8:9)

    Cuando se busca la presencia de Dios de forma diaria y conoce los preceptos de las Sagradas Escrituras, podrá desarrollar esa relación con el Espíritu Santo, quien le revelará lo correcto delante de Dios y su oración será adecuada a lo que Dios desea.

    ”Pero se acerca el tiempo -de hecho, ya ha llegado- cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.” (Juan 4:23-24)

    Es por medio de la palabra de Dios y el escudriñar la Biblia que permitirá alcanzar la perfección que Dios desea en la vida de las personas, y es por ello que se podrán desarrollar oraciones que serán dirigidas en el Espíritu, y podrán revelar la voluntad de Dios en la vida de la persona siendo esencialmente espirituales.

    Por otra parte, el orar en el Espíritu permitirá darle la gloria a Dios en todos los aspectos, ya que cada uno de los creyentes se convierte en esos embajadores del reino de los cielos, y todo lo que se haga en su nombre será para su gloria y honra siendo revelado en la vida de la persona todas las bendiciones que Dios ha preparado para su vida, y serán ofrendas delante del trono santo.

    “Y cuando tomó el rollo, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y llevaba copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones del pueblo de Dios.” (Apocalipsis 5:8)

    Cómo Orar en el Espíritu

    Para poder orar en el espíritu se deben tomar en cuenta algunos aspectos importantes Al momento de desarrollar la plegaria y son los siguientes:

    • Debe reconocer la incapacidad en saber dirigirse delante de Dios, ya que es confesar y admitir que no conocemos la verdad absoluta de como orar, no ser autosuficientes delante de Dios.
    • Es poder disfrutar la comunión con Dios, esto quiere decir que no se debe forzar la situación, es poder hablar de forma directa a la presencia de Dios, teniendo un acto vivo de compañerismo y comunión con el Padre Celestial.
    • Es presentarse con humildad delante de Dios con un temor reverente, y suplica llena de amor. No es reclamar ni exigir expedir con humildad, serenidad, amor y sinceridad.
    • Se debe tener un momento a solas donde no haya ningún tipo de distracción, sino que el centro sea Dios, permitiendo que el Espíritu Santo dirija las palabras que salen de su boca, y que toda la atmósfera sea impregnada con la esencia divina.
    • Esta oración se puede realizar postrado o como bien se sienta la persona ya que lo que importa es lo que sale del corazón pero es preferible realizar la arrodillados mostrando total dependencia del Padre Celestial.

    Se puede decir que la oración cuando se hace de forma genuina permitirá la sumisión absoluta de los deseos pecaminosos, y podrán ser enfocados y alineados a la voluntad de Dios, desde ese momento en que el creyente entienda el valor y la importancia de la oración podrá desechar las obras pasadas, y mirará al frente aquellas nuevas que serán dirigidas por el Espíritu de Dios.

    “Los que están dominados por la naturaleza pecaminosa piensan en cosas pecaminosas, pero los que son controlados por el Espíritu Santo piensan en las cosas que agradan al Espíritu.” (Romanos 8:5)

    Para finalizar se puede decir que el Espíritu Santo viene a enseñar, instruir, revelar e inspirar a través de la palabra de Dios a cada uno de los creyentes, permitiendo de esta manera ser el intermediario para que todas las oraciones que se hagan en la tierra lleguen al cielo, delante del Trono Santo.

    “Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la voluntad de Dios.” (Romanos 8:26-27)

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