Nuestra Identidad en Cristo. Significado Biblico
Somos creación de Dios, por lo tanto, incluso antes de nacer tenemos una identidad que nos caracteriza como hijos de Dios y embajadores en el nombre de Cristo. Y Dicha identidad permanece en la eternidad.
Al nacer nuestros padres nos otorgan un nombre que nos identifica en esta tierra. Pero esta no es nuestra verdadera identidad porque es temporal. La que nos otorga Dios es eterna y es esencial descubrirla.
(Juan 1:12) dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”
Vivimos tratando de ser quien creemos que somos. Pero a causa de ello solemos tomar una identidad que no es nuestra. Y esto es la causa de muchos sentimientos negativos, frustraciones y fracasos en la vida de muchas personas.
Para dejar de aparentar alguien que no somos realmente tenemos que acatar las enseñanzas que nos proporciona la Biblia, aceptarnos como pecadores en búsqueda del perdón, aceptar a Cristo como nuestro salvador y proclamarnos como hijos de Dios.
(Romanos 8:17 RVC) dice “Si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”
Este versículo demuestra que somos herederos de Dios. Así mismo heredamos una identidad propia que nos bendice por toda la eternidad.
Por qué es tan importante saber nuestra identidad
Cuando el enemigo se da cuenta que no tenemos noción de nuestra identidad es cuando aprovecha para atacarnos y luchar para no podamos reconocer la identidad que nos otorga Dios como sus hijos.
Como mencionamos anteriormente, esta identidad se nos otorga desde el vientre de nuestra madre y, la misma está conectada a su vez con nuestra personalidad. Somos como somos por que Dios nos otorga un propósito también. Para encontrar ese propósito tenemos que conocernos a nosotros mismos y una opción es realizando un test de personalidad en My Personality Test Website.
Si descubres como es tu forma de ser y de actuar con el prójimo podrás guiar tu camino para el bien. Reconociendo tus errores, tus malos hábitos y tus pecados.
En Efesios 5:1 Pablo dice: “Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados”
Y Cristo nos enseñó como Dios lo ama, y nos ama a nosotros a pesar de los actos de imperfección.
Finalizando con este versículo analicemos un poco. (Filipenses 3:20 RVC) Nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.
Es importante reconocer que la identidad viene como un derecho por parte de Dios, y por eso podemos llamarlo padre. Y esa identidad es la que nos da fortaleza, por esa razón debemos cuidarla. Porque al momento presentarnos frente a él, nos espera nuestro verdadero nombre eterno. No permitas que nadie te la arrebate, ni que el enemigo te aparte de la salvación eterna.
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