Bajo La Túnica De José: El Duro Proceso De Vida Que Pocos Quieren Vivir...
La túnica de José a lo largo de las diferentes etapas de su vida, puede ser una de las claves para entender los procesos que Dios permite que pasemos a través del tiempo en las nuestras... Estos atuendos que tuvo que usar en su camino hasta llegar a cumplir el propósito de Dios en su vida; nos muestran las etapa de vive un persona que tiene un propósito divino. En el caso de José, vemos la prodigiosa mano de Dios obrando minuciosamente hasta llegar a formar de un esclavo un Rey.
Este articulo es para aquellos que igual que José tiene un sueño ministerial, un llamado a lo extraordinario; una experiencia divina que les hace sentir que son diferentes frente a la necesidad de otros... Es para aquellos que tienen la certeza absoluta de que han sido llamados por Dios para vivir y servirle de una manera diferente.
Las túnicas de José a través del tiempo.
La Túnica de Hijo Mimado.
El Tiempo del llamado:
En Génesis capítulo 30 José era el numero 11 de 12 hermanos, su padre era Jacob y su madre Raquel la preferida de su padre y después de toda una interesante historia de procreación entres sus tías, criadas, se forma una familia heterogénea, extraña, pero especial.
En Génesis capítulo 37 José tiene dos sueños ambos de parte de Dios sin embargo como todos sabemos los dos procesos más comunes de los sueños son emocionarse y contarlos; y fue precisamente lo que José hizo. Desconociendo las consecuencias de eso: envidia, celos, incomprensión, persecución.
En el ministerio cristiano pasa igual, la primera etapa es cuando recibimos ese llamado de Dios, esa experiencia extraordinaria y corremos a contarlas... Y posiblemente pasa igual que a José, ni tu pastor te cree, mucho menos los que te rodean, más bien parece que se echó a perder la fiesta desde el momento que se ocurrió hablar de tus sueños o tu llamado.
Se despedazan los sueños...
La historia cuenta que sus hermanos, movidos por la envidia, lo tomaron y lo guardaron en una cisterna pero por temor no lo mataron, pero tenían tantas ganas de deshacerse de él que llegaron a venderlo y tomaron la túnica de colores, aquella de niño mimado, que su padre le había regalado especial para él y la mancharon con sangre de carnero. Para luego engañar a su padre diciendo que José había sido devorado por alguna bestia salvaje.
Cuanto de nosotros estamos viendo ese momento de ser puesto a un lado siendo ignorado por nuestros líderes, solo por que tenemos sueños, y así es como se mancha la túnica de hijo mimado...
Pero el ministerio es de valientes, es para gente fuerte, que cree, que espera, que camina no por los hermanos, por los aplausos, sino por el llamado.
José fue íntegro pero posiblemente sin darse cuenta cometió el pecado santo de la presunción, de ser llamado por Dios, estudiar en el seminario, ser el favorito del Pastor, y dar el mejor mensaje predicado ese mes... consecuencia involuntaria del llamado, que desatan una cadenas de hechos no tan maravillosos, pero necesario para el proceso de Dios...
¿Lo que estás viviendo quien lo ha provocado?
La túnica de José Como Esclavo.
La traición de la fe
Vendido por sus hermanos, llevado como un don nadie a tierra desconocida, amarrado y tal vez sin poder ni siquiera hablar con nadie, por estar en una nación extranjera.
Si alguna vez te has sentido incomprendido; como que si nadie habla tu idioma, si le has preguntado a Dios, ¿Señor que pasó? ¿por qué no me defendiste? ¿Señor soy tu hijo, aquel que tú llamaste, te acuerdas de mí?
Si has caminado como extraviado en la calle, como alguien que sabe quien es; pero que no sabe qué hacer. Felicitaciones, Dios ha cambiado tu túnica, Dios quizás está preparando un Rey; pero no sin que antes la túnica de José sea la de un esclavo...
Este es el tiempo en el que piensas nuevamente en las heridas, las cosas que nos duelen, las predicaciones sin ofrendas, el perseguir a los pastores para conseguir una fecha... El ofrecerse a pagar los gastos y viáticos si es necesario... José comenzó a usar grillos y cadenas que rompían su piel... es el tiempo en el que padecemos un injusto maltrato.
Es el tiempo de las sensaciones contradictorias; sueños de grandeza confrontados con una realidad miserable... Quizás sueñas con predicar a multitudes mientras tienes en frente frente a la soledad de 5 miembros o menos.
La Túnica de José como Mayordomo.
Es el tiempo de formación. Genesis Capitulo 39
Algunos no sobreviven a la túnica de esclavos, pero aquellos hombres de Dios que soportan y siguen fiel a quien los llamó, Dios les premia.
La tercera túnica representa esa etapa de formación, José llegó siendo un muchacho pero con un espíritu siervo; en la casa de Potifar aprendió a hacer con excelencia su trabajo. Esa es la clave del éxito ministerial.
Has las cosas con excelencia siempre. No mires la cantidad de gente, o el tamaño de la ofrenda, ni el renombre, ni los aplausos, las lisonjas; mira siempre al que te llamo, ya que ese llamado te hace excelente y debes dar siempre la excelencia.
En la casa de Potifar José tuvo todo, la biblia no dice cuanto tiempo fue; pero fue el mejor tiempo de aquellos que hasta esa fecha había vivido. En el ministerio hay épocas de estabilidad y de gracia; en donde todo sale bien, uno abre la boca y las cosas pasan.
Pero cuando eso pasa, es tiempo de cambiar de túnica. De pasar a otro nivel...
En el proceso de Dios hay eventos que si bien parecen incomprensibles, siempre tendrán un propósito firme de Dios en nuestra vida.
Llegó el tiempo de la tentación...
Aparece la mujer de Potifar "Potifisa, ¿que representa esta mujer?
Lo que te aleja de la visión de Dios. Lo que hace que no mires más allá de tus narices, la comodidad, lo fácil, la papa pelada; ser siempre niños ministeriales y jugar siempre al mantenido por la iglesia. Cero desafíos, nada de inventos de fe, así como estoy estamos bien.
Cuando sienta que no está pasando nada en el ministerio, que estás predicando lo mismo, que el grupo que tienes a tu alrededor no te pide mas, que eres el más preparado en tu grupo, que las circunstancias no te exigen mayores esfuerzos, y que todo es fácil... Has como José corre, estás a punto de cometer el pecado más grande ministerialmente hablando CONFORMARTE. Y si lo haces morirás.
El premio a la fidelidad del llamado es la Cárcel.
La Túnica de José como preso.
El tiempo de rendición total a Dios.
Tal vez José decía, que tremendo: lo hice todo bien, y las cosas salieron mal... Eran días para José oscuros, silenciosos; llenos de incertidumbres, pero un tiempo de rendirse a Dios en todo lo que era, tenía.
En el ministerio, los desafíos, el crecer de la visión, los cambios divinos en los proyectos nos traen días duros y difíciles, situaciones en las que parece que hicimos todo bien y salió mal; que es lo que hace la diferencia, CREER EN EL LLAMADO. El llamado, es en este tiempo lo único que nos sostiene; es la pasión del llamado, el fuego de haber tenido un sueño y desear concretarlo.
Cuando quieras cambiar y ampliar la visión, comenzar tu mayor desafío, es cuando te echaran en la cárcel, aun cuando seas inocentes eres culpable, ¿porque? ERES LLAMADO Y ESTAS SIENDO PROCESADO.
Hay que entender que no es la situación es lo que haces en medio del proceso lo importante, no es un capítulo de tu vida lo que es decisivo es la historia completa... No es un bloque es la pared que se construye con él, no es un acorde simplemente sino que la melodía de tu vida se convierta en una canción con propósito divino y eterno.
Lo más interesante es aprender a esperar en Dios; esa túnica representa ese momento en la vida del ministro, en que debe aprender a esperar. Ya llegara tu tiempo, y debes estar preparado puede ser mañana o dentro de poco. Quien sabe si dentro de mucho... debes dar testimonio en medio de las circunstancias.
Y prepárate vas a tener que orar por enfermos estando enfermo... por prosperidad y Dios los prosperar y tu no tendrás nada, tendrás que sonreír cuando a la verdad quieres llorar... Pero prepárate Dios te va a sorprender. Y cuando menos lo piensas un día de oscuridad se abrirá la puerta de tu celda.
Y te llevarán para darte la mayor de las túnicas.
La Túnica de Un Rey.
El llamado de Dios es un proceso no un evento.
El José que estaba ante el faraón era un hombre maduro, decidido, fuerte, diferente, experimentado, pero santo en todo... No era el niño malcriado y juguetón, que no sabía nada sobre el ministerio, o el niño lindo perseguido por las hermanas de la congregación.
No, ahora José era el hombre de Dios, formado para recibir autoridad. Dios no va a poner en manos de irresponsables lo más valioso de su creación, las almas.
Este es el tiempo de honra, de salir del anonimato, es el tiempo de ver cumplida la visión de años de trabajo, pero también de años de fidelidad en lo secreto.
Conclusión
Debajo de la túnica de un rey hay: cicatrices pero no heridas, experiencias pero no traumas, pasión y diligencia. Pero sobre todo el espíritu de un siervo.
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