La Línea Del Tiempo Para La Historia De La Salvación De La Humanidad

La Línea del tiempo para la Historia de la Salvación de la humanidad, se refiere a los acontecimientos que se desarrollaron desde el llamado hecho a Abraham por Dios hasta el nacimiento de Jesús el salvador de la humanidad.

Estos hechos que marcan la historia del camino de salvación, se presentarán a continuación en la línea del tiempo, que permitió las diversas etapas temporales que vivió la humanidad hasta la salvación de la cruz del Calvario.

Índice

    La Línea del tiempo para la Historia de la Salvación de la Humanidad

    La Línea del tiempo para la Historia de la Salvacion de la Humanidad

    La Biblia narra cada etapa de la historia que conllevó al cumplimiento de la salvación de la humanidad, producto del amor y misericordia de Dios para su creación, segmentada de la siguiente manera:

    Etapa de los Patriarcas

    La etapa de los patriarcas inicia cuando Dios llamó a Abraham en Ur de los Caldeos, presentándose a su vida y dándole una orden explícita que no rechazó este hombre:

    «Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de tu casa de tu padre, a la tierra que te mostraré…Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra» (Génesis 12:1-3)

    Abraham fue el primero de todos los patriarcas convirtiéndose en el padre de Isaac que fue concebido en su vejez, ya que él tenía 100 años cuando nació el hijo de la promesa. Isaac por su parte, en su adultez tuvo dos hijos gemelos Esaú y Jacob, quienes tuvieron gran importancia en el desarrollo del territorio del pueblo escogido por Dios. (Génesis 25:24-26)

    De Jacob proviene el pueblo de Israel, ya que de él salieron 12 hijos que dieron origen a las 12 tribus del pueblo escogido por Dios, es decir Judá, Rubén, Leví, Simeón, Isacar, Dan, Zabulón, Neftalí, Aser, Gad, José y Benjamín, formándose de ellas estas tribus y clanes de la descendencia de los patriarcas que emigraron a Egipto para vivir en tierra extranjera.

    Etapa de Esclavitud, el Éxodo y la Alianza en el Monte Sinaí

    La Etapa de Esclavitud, el Éxodo y la Alianza en el Monte Sinaí

    En la tierra de Egipto los israelitas permanecieron 400 años, durante el inicio de esa convivencia en las tierras extranjeras ellos pudieron vivir de forma pacífica, pero con el pasar de los tiempos fueron convertidos en esclavos por el Faraón de Egipto, quien los usaba para realizar construcciones, siendo azotados de forma constantes por su ejercito, es por ello que el pueblo clamaba a Dios para que se acabará la servidumbre en la que estaban condenados. (Éxodo 2:23-25) 

    Es por ese motivo que Moisés fue llamado por Dios para liberar al pueblo de Israel, que clamaba de día y de noche por la liberación, y es por eso que se le aparece en una zarza ardiente, donde le da instrucciones de lo que debía hacer al llegar a Egipto:

    «Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y el MIR, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía…viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios en medio de la zarza, y dijo: ¡Moises, Moises! Y el respondió: Heme aquí» (Éxodo 3:2,4)

    Dios se le manifestó a Moisés indicándole que debía hacer para liberar al pueblo de Israel de la esclavitud a los que lo tenía sometido El Faraón de Egipto, cumpliendo cada instrucción dada por Dios Moisés sacó al pueblo del yugo opresor cruzando el Mar Rojo en seco, y luego caminaron por el desierto durante 40 años hasta llegar a la tierra prometida.

    Durante este tiempo Moisés subió al Monte Sinaí, y recibió la tabla de los 10 mandamientos con lo que se creaba esa alianza entre el pueblo liberado de Egipto y el Dios Libertador. Al encontrarse la tierra prometida los israelitas tuvieron temor, ya que se encontraba ocupada por gigantes muy fuertes, a lo que algunos dijeron que no temieran porque Dios estaría con ellos y se lo comerían como a pan.

    Etapa de la Conquista

    Cuando el pueblo llegó a la tierra prometida esta se encontraba ocupada por gigante muy fuertes, y es por eso que tuvieron temor, sin embargo ellos siguieron adelante para tomarla después que Dios eligiera a Josué como el sucesor de Moisés, luego que este muriera, colocando al frente a un hombre valeroso y valiente.

    «Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie…como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé» (Josué 1:2-5)

    Luego de muchas luchas liderizadas por Josué con el pueblo de Israel pudieron conquistar por completo la tierra prometida, y lograr disfrutar las bonanzas que Dios había determinado a su pueblo, y cada quien recibió su porción de tierra conforme a la directriz dada por Dios.

    Etapa de los Jueces

    La etapa de los Jueces se da luego de la muerte de Josué hasta el nacimiento del primer profeta de Israel llamado Samuel. Durante esta época el pueblo mantuvo una vida nómada y se estableció en la tierra prometida, asentando las 12 tribus en ese lugar, donde Dios eligió jueces para poder conducirlos en la sana doctrina.

    Los jueces de Israel fueron Israel son 14 en total, considerando a Samuel que fue juez, sacerdote y profeta: Otoniel (Jueces 3:7-11), Aod (Jueces 3:15), Samgar (Jueces 3:31), Débora (Jueces 4:5), Gedeón (Jueces 6,8), Abimelec (Jueces 9:22), Tola (Jueces 10:1), Jaír (Jueces 10:3), Jefté (Jueces 10:6-12: 7), Ibzán (Jueces 12:8), Elón (Jueces 12:11), Abdón (Jueces 12:13), Sansón (Jueces 13-16), Samuel (1ra. Samuel 7:15)

    Etapa de los Reyes

    Esta etapa fue conocida como una organización determinada por la autoridad de un rey, convirtiéndose Saúl en el primero de ellos, proclamado por Samuel, quien bajo la presión del pueblo le oró a Dios para que designara a un rey.

    «Tomando entonces Samuel una redoma de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido Jehová por príncipe sobre su pueblo Israel?» (1ra. Samuel 10:1)

    Luego de un tiempo Saúl fue sucedido por David, quien fue ungido en el campo mientras apacentaba las ovejas, y este se convirtió en el gran Rey de Israel, ya que logró unificar a todas la nación que estaba dispersa.

    «…Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá» (1ra. Samuel 16:11-13)

    Luego de un largo reinado por parte de David, fue sucedido por su hijo Salomón quien cumplió el sueño de su padre, al construir el gran templo de Jerusalén para poder adorar a Dios. (1ra. Reyes 6:1-38)

    Cuando muere el rey Salomón sufrió una fractura el pueblo de Israel, ya que se dividió en dos reinos: uno del Norte que era Israel, y el otro del Sur que era Judá, trayendo como consecuencia que estos reinos se empobrecieran y quedaran a merced de los imperios vecinos, quienes los querían oprimir.

    Etapa de la División

    Producto de la división que tuvo el pueblo de Israel en 2 reinos Dios envío a sus profetas, para que ellos se convirtieran de los malos caminos que habían tomado, y pudiesen regresar a una adoración genuina al Dios de Israel. (2da. Reyes 17:13-14)

    La consecuencia de los malos pasos de los reyes que prosiguieron a gobernar estos reinos, se alejaron de las palabras que le daban los profetas, es por ello que el reino de Israel fue destruido por los asirios que arrasaron con todo, produciendo que el pueblo se dispersara en las tierras vecinas.

    Etapa del Destierro

    Al ser destruido el reino de Israel por los asirios, los israelitas fueron deportados a Nínive siendo cautivos en Asiria.

    «Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los afligido, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia…hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy» (2da. Reyes 17: 20, 23)

    Posterior a ello, el reino de Judá fue invadido también y destruido por el rey Nabucodonosor con su ejército babilónico, produciendo de esta forma a que los israelitas fueran deportados, y a otros fueran tomados cautivos. (2da. Crónicas 36:19-20) 

    Después de muchos años desterrados los israelitas pudieron regresar a su tierra, pero no como una nación independiente sino como una provincia del imperio persa, es por ello que con gran dedicación Nehemías y Esdra lograron trabajar con todo el pueblo que se encontraba en ese lugar, para reconstruir toda la ciudad y el templo que había sido destruido. (Nehemías 2: 17)

    Luego de un tiempo Alejandro Magno derrotó al imperio persa, y cada uno de los territorios pasaron a estar en manos de los griegos, quienes pudieron tomar dominio del pueblo de Israel que tuvo que soportar las costumbres contrarias a sus creencias, a lo que se opusieron de forma rotunda los israelitas.

    Posterior a ello, los romanos lucharon con los griegos, quienes pudieron dominar y construir un nuevo imperio que se pudo extender por todo el mundo, gracias al general Pompeyo quien pudo conquistar a toda Jerusalén, y destruyó el templo como una acción de dominio y sometimiento al pueblo Israelí.

    Nacimiento de Jesús y cumplimiento de su Ministerio 

    Durante el dominio del Imperio Romano es que nace Jesús el Salvador, el hijo de Dios, el Mesías prometido, quien traería la salvación a toda la humanidad.

    «Y ahora, concebirá en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (Lucas 1: 31-33)

    Mientras que Jesús crecía, era un niño lleno de la enseñanza santa, ya que él permanecía en el templo recibiendo el conocimiento de la palabra de Dios. (Lucas 2: 46-47) 

    Cuando Jesús cumplió 30 años siendo dirigido por el Padre Celestial cumplió el mandato de ser bautizado por Juan el Bautista, y recibir el bautismo en agua por arrepentimiento de pecados, situación que produjo la activación de su ministerio en la tierra.

    «Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él… Y Jesús después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia» (Lucas 3: 13, 16-17)

    Cuando Jesús inicia su ministerio tenía muchos seguidores, y de ese grupo escogió a 12 que los llamó apóstoles, quienes se convertirían en los acompañantes para dar a conocer el reino de los cielos en cada región que visitaron. (Lucas 6: 12-16)

    Pasado el tiempo determinado del ministerio de Jesús, se cumplió la traición de Judas, quien lo entregó a los sacerdotes que lo llevaron a la muerte en la cruz, para luego verlo resucitar a los 3 días. Luego de esto Jesús se encuentra con los apóstoles, a quienes le dejó la gran comisión de llevar el evangelio a toda criatura, para luego ascender a los cielos y estar a la diestra del Padre.

    «Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén» (Mateo 28: 18-20)

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