3 Reacciones Del Hombre Ante La Grandeza De Dios
El propósito de la palabra es impulsarnos a admirar la grandeza de Dios. La Biblia nos lleva a ver cuan pequeña son nuestras mentes y cuan grande es Dios. El estudiar la palabra de Dios no es para que nos inflemos, sino para humillar nuestros corazones y quedarnos vacíos delante de él, darnos cuenta cuan pequeños somos y cuan grande es él.
La grandeza de Dios revelada
(Romanos 11:33-36)"¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!, porque, ¿quién entendió la mente del Señor? ¿o quién fue su consejero? ¿Quién le dio a él primero, para que le fuera recompensado?, porque de él, por él y para él son todas las cosas.
A él sea la gloria por los siglos. Amén."
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Este contexto de los versículos se trata de nuestra salvación. Pablo esta llegando al final de este pasaje donde Dios está revelando que ha deshechado a la nación de Israel para poder tener misericordia de todos. Pablo se humilla ante la grandeza de Dios y su gloria, hace esta maravillosa declaración sobre nuestro Dios.
¡Profundidad!
Primeramente leemos estas asombrosas palabras de Pablo: ¡profundidad! Hay una profundidad en Dios que nadie puede sondear, a menos que le busquemos sin cesar. Cuando Job pensó en él, dijo que la mayoría de los hombres no contemplan a Dios.
Hasta entre los creyentes, pocos son los que contemplan y admiran la grandeza de Dios. Esto es por nuestra orgullosa naturaleza adánica, que no podamos maravillarnos de Dios, así que tenemos una mente limitada para pensar en la majestuosidad de Dios, nos tomamos esto a la ligera y vivimos con vidas superficiales, porque para lo que fuimos creados no lo estamos cumpliendo.
Existen 3 reacciones del hombre cuando se acerca a Dios.
1.- Rechazará a Dios y expresará que las cosas que no comprende son contradicciones.
Una persona incrédula puede entender todo lo que es la lógica en la biblia pero existen límites en las capacidades de la lógica humana. Puede que entienda que Jesús de Nazaret fue crucificado por lo romanos y fue sepultado; también puede comprender que resucitó de los muertos.
El incrédulo puede que entienda el razonamiento de la verdad. Lo que no podría hacer es amar a la verdad, lo que implica creerla. Amar a Dios es creer en Dios.
Estas personas no pueden amar a Dios y a su verdad. Esto sólo ocurre por la regeneración del alma cuando recibimos al Espíritu santo de Dios. Así que, el hombre caído, esta capacitado para ver la verdad, pero no puede amarla, por lo cual, la rechaza al momento de comenzar a comprenderla.
Cuando no ama la verdad, y llega a los límites de su razón, suele determinar que la verdad es contradictoria. como, por ejemplo, la resurrección. ¿Será que puede esa persona comprender que el cuerpo de Jesús volvió a la vida?. Claro, esto desafía lo que es la lógica humana. Entonces, al no amar la verdad, la persona incrédula va a rechazar a Dios y verá las cosas que no puede entender como contradicciones.
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2.- Aceptará a Dios pero lo reducirá para encajarlo en los límites de su lógica humana.
Hay muchas personas que integran el cuerpo de Cristo, pero no han aceptado la verdad sobrenatural de Dios. Solo presentan una aceptación externa de Dios. Dicen creer en él, pero su corazón esta lejos. Ya que en ellos existe la incredulidad.
Entonces, podemos ver que esta aceptación de Dios en realidad es un rechazo del Dios verdadero y viviente. No cedemos automáticamente nuestra voluntad a su poder y autoridad. Nos resistimos al señorío de él, porque queremos ser los capitanes de nuestras vidas.
3.- Aceptar la grandeza de Dios y caer ante él con asombro.
Esta es la emoción y la actitud de Pablo cuando hace la exclamación: ¡profundidad de Dios! Dice que existe una infinidad en Dios, los limites de la lógica humana no pueden comprender, pero debemos amar a Dios y saber que él es verdad.
Es imposible ceder a la grandeza de Dios y a la gloria que merece su nombre. Con la vieja naturaleza que es demasiada orgullosa como para que se asombre delante de Dios. Es exigirle a la mente dar más de lo que no tiene, ya que en esa naturaleza caída, no esta el pacto de sangre que Cristo conquisto para darnos un entendimiento ilimitado, porque de lo más profundo de nuestro corazón no hemos aceptado la verdad y no hemos recibido la grandeza del Señor.
(1 Corintios 2:14)"Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente."
El hombre que todavía no ha recibido al Espíritu de Dios puede oír, pero no entender. Puede ver, pero no discernir las cosas que son espirituales, por ello, es que no creen en lo que Dios hace, ya que él se mueve en su sobrenaturalidad y esta es la grandeza de Dios.
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Así que, como la palabra lo afirma que sólo la regeneración por el Espíritu Santo podemos ceder el orgullo a los clavos de la cruz de Cristo y caer humillados delante de Dios.
(Mateo 28:19-20)"Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los día, hasta el fin del mundo. Amen."
Ningún tipo de estudio o profesión nos da el conocimiento de Dios que es el que cambia el corazón de una persona. (Salmo 34:8)"Gustad y ved que es bueno Jehová. ¡Bienaventurado es el hombre que confía en él!.
Sólo hay un conocimiento que se consigue por gustar. Cinco segundos con un poco de miel en la lengua te va a enseñar más acerca de su dulzura que diez horas de clases sobre el sabor de la miel. Hasta que no gustes de la dulzura que posee Dios todos los estudios del mundo no cambiaran tu alma.
No te ofendas si no llegas a entender la palabra de Dios del todo. Sino, disfruta el asombro de la grandeza de Dios y ve humillado delante de él. Gustad de su bondad y gloríate de su grandeza.
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