Fragmentos De La Biblia "Relato Vivo De La palabra De Dios"
En ningún tiempo ha existido otro libro semejante a la Biblia, su estructura es única. De ningún modo habrá otro igual. Es mucho más factible declarar que es un libro divino, que explicar que es humano. En el filamento que traspasa las edades existen muchas obras de hombres muy reconocidos. Hay trabajos de ciencia, arte y literatura que encienden el nebuloso velo de los años. Pero iluminando sobre todas estas obras refulge con la brillantez del sol y por encima de la luz de las estrellas, este libro llamado vida; "la Biblia".
"Fragmentos de la Biblia"
“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
(Hebreos 4:12)
”Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia, antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta”
(Hebreos 4:13)
“La palabra Biblia significa “libro”. En esencia no condiciona otra representación ni título. Existen millones de libros en el mundo, pero sólo hay una Biblia, y está fragmentada por 66 libros: 39 de ellos corresponden al Antiguo Testamento y 27 al Nuevo Testamento. Estos libros no fueron escritos por un solo autor, sino por cerca de cuarenta hombres que vivieron en diferentes países, hablaron distintos idiomas y existieron a lo largo de un período de cerca de 1,600 años. Numerosos de ellos no supieron de la existencia ni de la ocupación de los otros autores, y sin embargo al unirse sus obras, cada uno formó parte de un todo armónico.
No hay ninguna contradicción en toda la Biblia. Siempre que dos o más autores se refirieron al mismo punto, estuvieron en perfecta armonía. Los incrédulos de todos los siglos han tratado de encontrar una simple falla en la Biblia y no lo han tenido éxito. Sus denuedos para destruirla han sido suficientes para hacerla más sólida aun. Escrita por reyes y pastores, nos da en su totalidad el argumento de los planes perfectos de un Dios inigualable.
La Biblia no siempre fue en la forma en que ahora la conocemos, esto es, impresa en papel fino y empastada en piel. La Biblia es aún más antigua que el papel, la imprenta y la cubierta. Cada libro fue escrito separadamente en forma cuidadosa, en pieles afinadamente curtidas o sobre "papiro¨, planta que crece en el delta del río Nilo. Cada uno de ellos se hizo a mano, y los duplicados que se hicieron fueron hechos en la misma condición. Por tal sentido se reconocían muy sagradas y se guardaban con máximo cuidado.
Los cinco primeros libros del Antiguo Testamento fueron escritos por Moisés alrededor de 1,500 años antes de Cristo. Estos cinco libros se nombran el Pentateuco. Otros escritores concurrieron con el resto de los libros a lo largo de los consecuentes mil años. Los libros fueron escritos todos en la lengua hebrea, y se conjetura que el primero que los reunió fue Esdras (ver Nehemías 8.5) cerca de 400 años antes de Cristo.
En Alejandría, en el año 277 antes de Cristo, el Antiguo Testamento hebreo fue traducido al griego y arameo por setenta sabios, y lo llamaron la "Septuaginta" u obra de los setenta. Parece ser que ésta fue la versión de uso universal en los días del Señor Jesús, de la que tanto él como los apóstoles citaban pasajes.
"Siendo el Griego el lenguaje habitual de la tierra donde vivió Jesús", fue este mismo lenguaje el que emplearon los escritores del Nuevo Testamento para darnos su obra en 27 libros. Los 27 textos citados fueron escritos en un ámbito relativamente corto; el primero se escribió cerca del año 33 de nuestra era, y el último hacia el año 96 de la misma.
Estos 27 libros también fueron escritos, en casi igual manera que los manuscritos del Antiguo Testamento. Ninguno de ellos ha sido conservado hasta nuestros días en su forma original. Factiblemente los arqueólogos lleguen un día a descubrir algún fragmento de las cartas originales en cualquier ciudad antigua, pero hasta ahora, no se sabe que exista original alguno.
Sin Embargo, Podemos estar seguros de la conservación de las cartas de los apóstoles en la manera exacta en que fueron escritas por vez primera. Se cuenta en la actualidad con los escritos de varios dirigentes creyentes de los siglos primero y segundo de la Era Cristiana que citan libre y abundantemente de las réplicas de las cartas de los apóstoles. Hay quienes consideran que si se consiguiera hacer desaparecer la Biblia, podría ser recuperada totalmente con las citas de aquellos que tuvieron acceso a los escritos originales.
En la actualidad tres escritos importantes que datan de los siglos cuarto y quinto. Son ellos: el Manuscrito Sinaítico, el Manuscrito Alejandrino y el Manuscrito Vaticanus. Estos tres, que con toda hipótesis eran réplicas directas de las cartas originales, son la prueba intangible de que tenemos el Nuevo Testamento en la actualidad en la misma estructura en que lo escribieron los apóstoles.
Existen innumerables manuscritos de menor trascendencia, todos los cuales concuerdan, excepto por errores de los copistas, con las cartas y con las citas de los líderes creyentes de los primeros siglos del cristianismo. Por otra parte, cada año se descubren nuevas evidencias, tales como los Rollos del Mar Muerto, que en cada época sirven para comprobar la autenticidad de los documentos existentes.
La primera traducción de la Biblia al español fue hecha por Casiodoro de Reina. La primera edición de esta Biblia se realizó en la imprenta de Tomás Guarinos de Basilea, Suiza en 1569. Diez años más tarde, otro español exilado en los Países Bajos, Cipriano de Valera, hizo una verificación completa de la misma obra. Esta traducción revisada apareció impresa por primera vez en 1602, en Amsterdam, Holanda.
Desde que aparecieron las primeras versiones en los idiomas vernáculos, las traducciones han sido incontables. Algunas han sido afables, otras malas. Tal vez todas y cada una de ellas han dado ayuda valiosa para nuestra comprensión de las enseñanzas de Jesús y de los apóstoles. La lectura de diversas versiones de las escrituras es probablemente la mejor acotación a cualquier pasaje difícil de las mismas.
Podemos tener la confianza de que conservamos el “Nuevo Testamento completo y de que lo mantenemos tal y como fue dado originalmente”. Es la revelación completa de Dios. "Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo" (2 Pedro 1:21).
A fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. “(2 Timoteo 3:17). Una Guíanza de vida Representa estos escritos que encontramos en "la Biblia"
Permaneciendo así guiados, nos transmitieron la ley perfecta de libertad.“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”, (2 Timoteo 3:16) “Esta es la confirmación clara que la biblia es la palabra viva"
La Biblia se Fragmenta en El Antiguo y El Nuevo Testamento
Al abrirla biblia observará que hay una página en blanco cuando se llega aproximadamente a las dos terceras partes de la misma. Esa página en blanco está puesta al final de lo que llamamos Antiguo testamento, e inmediatamente antes de lo que se denomina Nuevo Testamento.
El Antiguo Testamento abarca la ley de Dios para el pueblo judío. En ningún tiempo se destinó para ser atesorada por los gentiles, o en su defecto, todos los que no fueran judíos. El Antiguo Testamento da el relato preciso de la forma en que Dios trató al hombre, y posteriormente al pueblo judío. El Nuevo Testamento narra la ley de Dios, tanto para los judíos como para los gentiles, a partir de la muerte de Jesús en la cruz. Es de vital importancia vislumbrar que la ley que rige a los gentiles está contenida en el "Nuevo Testamento", no en el Antiguo.
Tres razones por las cuales no se puede recurrir al Antiguo Testamento para saber cuál es la ley de Dios para nosotros.
1.) El Antiguo Testamento encuadra la ley de Dios para los judíos. Nosotros nunca hemos estado bajo esa ley. (Leer Éxodo, capítulos 19 y 20). No es posible infringir la ley de Moisés.
2.) El Antiguo Testamento nunca contuvo un plan de salvación, ni siquiera para los judíos. Lo que ellos podían alcanzar con sus sacrificios era postergar por un tiempo el reprensión de sus transgresiones. Los sacrificios de animales por ellos perpetrados no podían librarlos del pecado.
3.) No permanecemos bajo la ley del Antiguo Testamento, porque Jesús le anuló el poder a la ley de Moisés con su muerte. Esta confirmado en: (Hebreos 10:10). "En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre"
El Antiguo Testamento comprende cinco divisiones auténticas:
1.) Los libros de la ley: (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio).
2.) Los libros históricos: (Josué, Jueces, Rut, 1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes, 1 y 2 Crónicas, Esdras, Nehemías y Éster).
3.) Los libros poéticos: (Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantares de Salomón).
4.) Los profetas mayores: (Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel, Daniel).
5.) Los profetas menores, o los últimos 12 libros: (Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías). (Los libros de los "profetas menores" no son de menos valor, solamente son libros más breves que los de los profetas mayores.)
Lucas nos da un arreglo ligeramente especial, haciendo únicamente tres divisiones: La Ley, los Profetas y los Salmos. Ver (Lucas 24:44).
La primera división, el Pentateuco, como se le llama usualmente, se acepta particularmente como obra de Moisés. En esta división, ubicamos la historia de la creación, la caída del hombre, el diluvio, el llamamiento de Abraham, el nacimiento de Isaac y de Jacob, la genealogía de José, la faena hasta Egipto, la servidumbre, el éxodo, la institución de la ley y la peregrinación del pueblo de Israel en el desierto.
Durante la primera parte de este período - desde el inicio de la creación hasta la ley dada en el monte Sinaí - no hubo ley escrita. Cada jefe de familia era incluso el sacerdote o patriarca de la tribu que dirigía la adoración. Esto dio espacio a la expresión: "Dispensación patriarcal".
Los judíos recibieron una ley especial - registrada en Éxodo 20, la cual fue incorporada para confrontar la transgresión (Gálatas 3.19). Pero esta ley fue declarada para los judíos exclusivamente. Aparte de los judíos, ninguna otra gente asumía parte alguna en ella. Esta ley manifiesta se dio para cumplir la promesa de Dios a Abraham de que haría de su simiente una poderosa nación (Génesis 22:17). Mediante la reverencia de la ley de Moisés, los israelitas alcanzaron en verdad a ser una gran nación.
La segunda división, los libros de memoria, dan una breve historia de la nación judía. Después de entrar a Canaán, los israelitas habitaron la tierra gobernados por jueces o cabecillas que se levantaron para hacer frente a cada una de las crisis de la historia de Israel. Más tarde, el pueblo " anheló ser igual a sus vecinos" y solicitó un rey. Dios les dio un rey en la persona de Saúl. A este rey lo siguió David, y David fue sucedido en el trono por su hijo Salomón.
Luego el reino se fragmentó en dos partes: “El Reino del Norte y el Reino del Sur. El del norte se llamó Israel, y el del sur se llamó Judá”. Después de determinados períodos referentemente cortos de historia, Israel fue asediado por Asiria, y Judá por Babilonia. Los israelitas fueron esparcidos entre otras naciones y su identidad parecía perdida para siempre. Los oriundos de Judá fueron llevados a Babilonia, donde habitaron bajo esclavitud durante 70 años. Al término de ese lapso, un remanente de la nación, bajo la dirección de Nehemías, volvió para restaurar las murallas de Jerusalén. Esto sucedió cerca de 450 años antes de Cristo.
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Los libros poéticos son estrictamente los himnos de alabanza y devoción y los poemas épicos de los judíos. Adecuados a la traducción del texto a nuestra lengua se ha perdido mucho de su representación poética original, pero aún mantiene un tesoro de bellos sentimientos y poderosas expresiones.
En la cuarta y quinta división; Los profetas mayores y los profetas menores, comunican la predicación, voz de alerta, y las expectaciones de los siervos de Dios que Vivían entre su gente, en períodos distintos de su historias, llenas de eventualidades a través de las obras de los profeta, Dios da una completa y perfecta descripción de la venida del Mesías, y lo que significaría para la humanidad entera.
El Nuevo Testamento Tiene cuatro divisiones Naturales:
- Los Evangelios: Mateo, Marcos, y Lucas( Los Evangelios Sinópicos, y El Evangelio de Juan)
- La historia del principio de la Iglesia; Los Hechos y los Apóstoles.
- Las Epístolas, iniciando desde Romanos terminando en Judas.
- Profecías; El Apocalipsis o Revelación.
Los libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan Principian, en términos universales con el relato de los acontecimientos que encerraron el nacimiento de Cristo. Se constituyen en cuatro relatos similares escritos por cuatro hombres diferentes, acerca de la vida de Jesús. Estas biografías del Señor tienen puntos exclusivos en cada una de ellas, pero en los puntos que coinciden, están en total y perfecta armonía. Los hechos del Evangelio, son dados en esta segmentación del Nuevo Testamento.
El libro de los Hechos; es un libro de historia. Jesús comisiono a sus Apóstoles. En; (Marcos 16:15-16) Les dio la orden) de: “Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” casi acabando de decirles estas palabras, se separó de ello. En el libro de los hechos, se puede notar que los Apóstoles estaban reunidos en Jerusalén, Jesús les había Dicho que se esperaran hasta que recibieran poder de lo alto. El poder del Espíritu Santo vino el dios del pentecostés. Entonces los apóstoles se fueron, porque el Señor les dijo que fueran a hacer discípulos a todas las Naciones.
Lucas fue con ellos, y escribió un diario de lo que hicieron, y de cómo lo hicieron.las veces que conseguían un nuevo discípulo, él lo escribía en su diario, diciendo cómo se convertían.
Actualmente cuando alguien quiere hacer discípulos para Cristo, acude al libro de los Hechos y se guía para ver en qué forma se hace.
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