Linaje Escogido y Real Sacerdocio 1ra Pedro 2:9

Linaje Escogido y Real Sacerdocio 1ra Pedro 2:9 cita bíblica que habla sobre el propósito en la vida de todos los creyentes en Dios, que han sido apartados para llevar el evangelio a todas las naciones, y mostrar el reino de los cielos de donde son coherederos.

En este sentido, es importante que las personas puedan comprender cada una de estas frases que el apóstol Pedro escribió, siendo dirigido por el Espíritu Santo en el que se determina, y poder calificar al pueblo que Dios escogió.

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    Linaje Escogido y Real Sacerdocio 1ra Pedro 2:9

    Linaje Escogido y Real Sacerdocio 1ra Pedro 2:9

    El Dios Todopoderoso hizo su creación para poder mostrar el poder que viene del reino los cielos, y es por ello que cada uno de ellos como representantes en el mundo deben conocer de forma total a que han sido llamados, es por eso que en la Sagradas Escrituras el apóstol Pedro hace una descripción detallada de como Dios ve a su pueblo escogido:

    «Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable» (1ra. Pedro 2:9)

    Cada una de estas frases o características hablamos de la verdad que Dios desea que todos sus hijos conozcan, es por ello que a continuación describiremos cada una de estas frases o características que representan a un hijo de Dios:

    Linaje Escogido

    Cuando el apóstol Pedro escribe de ser un linaje escogido es que esta persona no necesita luchar por ocupar un lugar en la presencia del Padre Celestial y en su reino, ya que él lo ha escogido, seleccionado, tomado par disfrutar de las bondades que desea entregar.

    En el Antiguo Testamento Dios escogió a Israel como su pueblo, pues en las Escrituras existen dos grupos de personas que son elegidas, tanto en la nación de Israel como ese pueblo escogido o elegido por Dios, que se había disparado en el Imperio Romano.

    Pedro hace mención de esta palabra como linaje o pueblo escogido por Dios es para determinar que aunque no tenían la apariencia de estar en el reino de los cielos, y es por medio de Cristo que habían sido santificado y establecidos como un pueblo determinado para gobernar en el reino, es decir el instrumento señalado por Dios para su plan divino.

    Es una afirmación a lo que el mismo Jesús dijo a sus discípulos, ya que el Padre quiere que entiendan que no es la persona los que lo escogen a Dios, sino que es Él en su absoluta voluntad quien escoge a sus coherederos.

    «No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé» (Juan 15:16)

    Real Sacerdocio

    Cuando Pedro habla sobre el real sacerdocio hace referencia como en el Antiguo Testamento un rey no podía ser sacerdote y viceversa, es decir que ninguno de ellos podía mezclarse, ya que cada uno de ellos tenían distintas características y funciones, pero a través de Jesucristo se puede ser Hijos del Rey y tener acceso ante la presencia de Dios, de la misma forma como lo hacían los sacerdotes al entrar al Tabernáculo.

    En este sentido a través de esta frase se muestra como siendo reyes se puede entrar a la presencia del Padre, pues no hay ninguna división como la que existía en el Tabernáculo, donde solo podían entrar los sacerdotes, quienes se preparaban para poder estar en la presencia de Dios, y es por medio de Jesús que ese sacerdocio lo tienen también los hijos de Dios para ser un real sacerdocio.

     

    Nación Santa

    Cuando se habla sobre ser Nación Santa esto significa que está apartado, eso quiere decir que la presencia de Dios a través del Espíritu Santo ha sellado a cada una de los creyentes como hijos de Dios, y nada podrá separarlos de esa relación que tiene Hijo y Padre, como lo determina la Palabra de Dios.

    «Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención»(Efesios 4:30)

    De este modo, el pueblo de Israel es la nación santa, el lugar donde se encuentra el pueblo escogido por Dios, sin embargo no solamente se refiere a ese pueblo sino que a todos aquellos que han recibido a Jesús en su vida, es esa calificación en ser esa nación santa a la que Dios ha escogido, para mostrarle su reino y su bendición eterna.

    Pueblo Adquirido por Dios

    Al decir que es un Pueblo adquirido por Dios significa que es un pueblo que ha sido comprado, por lo tanto pertenece como posesión propia al Todopoderoso, de este modo anteriormente no le pertenecían pero luego del sacrificio de Jesús han pasado a ser posesión de Dios.

    «Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios» (1ra. Corintios 6:20)

    De este modo, ser ese pueblo escogido por Dios y adquirido por Él, es aquel que estuvo en un tiempo en rebelión siendo herido, pero que por medio de la sangre de Jesús han sido rescatados, para disfrutar los beneficios que tienen todos aquellos que son hijos de Dios

    «Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.» (1ra. Pedro 2:10)

    Al ver lo que dice Pedro que en tiempo antiguo no era pueblo de Dios, es decir que estaban lejos de Él, y han podido alcanzar la misericordia del Padre, recibir la gracia que lleva al perdón de pecados y recibir el abrigo de salvación eterna.

    Esta cita bíblica ubicada en 1ra. Pedro 2:9 enseña las características de un hijo de Dios, donde se tienen características principales, y deben mantenerlas durante su permanencia en la tierra, ya que son el reflejo del Padre Celestial, y es por ello que debe ser revelada en su vida cotidiana.

    «Mantened buena vuestra manera de vivir entre los no judíos, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras» (1ra. Pedro 2:12)

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