10 Salmos Para Orar En Familia

10 Salmos para Orar y poder tener la conexión directa con el Padre Celestial, así como lo hizo el salmista David cuando creó estos Salmos que buscan adorar el nombre de Dios, en los momentos buenos y malos que vivió el cantor de Israel.

Cuando se habla de los salmos escritos por el rey David, se debe indicar que cada uno de estos textos pueden funcionar muy fácilmente como una oración que se puede realizar a Dios, puesto que muchos de ellos están categorizados para algo específico, que vivió el escritor, quien las convirtió en un cántico de oraciones para Dios.

Índice

    Los Salmos

    El libro de Salmos que se encuentra en la Biblia es la compilación de 150 oraciones, que fueron usados por todo el pueblo hebreo para expresar su relación con Dios.

    10 Salmos para Orar

    El principal escritor de cada uno de estas oraciones e himnos, fue el cantor de Israel el rey David, quien con una pasión indiscutible logró plasmar en la mayoría de ellos sus propias experiencias vividas, que trascienden los tiempos.

    En cada unos de estos salmos se encuentran reflejadas las emociones humanas, que de una forma impecable fueron escritas en tiempos antiguos, logrando expresar el agradecimiento, la alegría, la molestia, la esperanza, o la desesperación que en algún momento pudo vivir David delante de la presencia de Dios.

    De esta forma, estos salmos son piezas fundamentales, para poder entender lo que es un oración genuina delante de Dios.

    10 Salmos para Orar

    El libro de los salmos es la compilación de numerosas oraciones y cánticos, que fueron entonados con instrumentos musicales por el pueblo de Israel. Por ello, aún en la actualidad pueden ser usados como método para realizar un oración delante de Dios. A continuación algunos ejemplos de estos salmos para orar.

    1.- Salmos para Orar por acción de gracias

    «Te alabaré con todo mi corazón; Delante de los dioses te cantaré salmos. Me postraré hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad; Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

    El día que clamé, me respondiste; me fortaleciste con vigor en mi alma. Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra, Porque han oído los dichos de tu boca. Y cantarán de los caminos de Jehová, Porque la gloria de Jehová es grande.

    Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos» (Salmos 138:1-8)

    2.- Salmos para Orar por la bendición de Dios

    «Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre; Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios. El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila. Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia.

    Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. Misericordioso y clemente es Jehová; Lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, Ni para siempre guardará el enojo. No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

    Cuanto está lejos el oriente del occidente, Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. El hombre, como la hierba son sus días; Florece como la flor del campo, Que pasó el viento por ella, y pereció, Y su lugar no la conocerá más.

    Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, Y su justicia sobre los hijos de los hijos; Sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos.

    Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, En todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová» (Salmos 103:1-22)

    3.- Salmos para Orar por Misericordia de Dios

    «Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso. Guarda mi alma, porque soy piadoso; Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía. Ten misericordia de mí, oh Jehová; Porque a ti clamo todo el día.

    Alegra el alma de tu siervo, Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma. Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, y grande en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, oh Jehová, mi oración, y está atento a la voz de mis ruegos. En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes. Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, Ni obras que igualen tus obras.

    Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre. Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas; Sólo tú eres Dios. Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad; Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

    Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón, Y glorificaré tu nombre para siempre. Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de las profundidades del Seol. Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de violentos ha buscado mi vida, y no te pusieron delante de sí.

    Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad, mírame, y ten misericordia de mí; Da tu poder a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva. Haz conmigo señal para bien, Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste» (Salmos 86:1-17)

     

    4.- Salmos para Orar Salud

    «Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová. Jehová lo guardará, y le dará vida; Será bienaventurado en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.

    Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor; Mullirás toda su cama en su enfermedad. Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado. Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre? Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí iniquidad, Y al salir fuera la divulgan.

    Reunidos murmuran contra mí todos los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí: Cosa pestilencial se ha apoderado de él; Y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.

    Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar, Y les daré el pago. En esto conoceré que te he agradado, Que mi enemigo no se huelgue de mí. En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre. Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por los siglos de los siglos. Amén y Amén» (Salmos 41:1-13)

    5.- Salmos para Orar por Justicia de Dios

    «Alaba, oh alma mía, a Jehová. Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva. No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación. Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.

    Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, Cuya esperanza está en Jehová su Dios, El cual hizo los cielos y la tierra, El mar, y todo lo que en ellos hay; Que guarda verdad para siempre, Que hace justicia a los agraviados, Que da pan a los hambrientos. Jehová liberta a los cautivos; Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos.

    Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna. Reinará Jehová para siempre; Tu Dios, oh Sion, de generación en generación. Aleluya» (Salmos 146:1-10)

    6.- Salmos para Orar por Prosperidad

    «Bendito sea Jehová, mi roca, quien adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra; Misericordia mía y mi castillo, Fortaleza mía y mi libertador, Escudo mío, en quien he confiado; El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

    Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses, O el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es semejante a la vanidad; Sus días son como la sombra que pasa. Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende; Toca los montes, y humeen. Despide relámpagos y disípalos, Envía tus saetas y túrbalos.

    Envía tu mano desde lo alto; Redímeme, y sácame de las muchas aguas, De la mano de los hombres extraños, Cuya boca habla vanidad, Y cuya diestra es diestra de mentira. Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo; Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

    Tú, el que da victoria a los reyes, El que rescata de maligna espada a David su siervo. Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños, cuya boca habla vanidad, y cuya diestra es diestra de mentira.

    Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud, Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio; Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano; Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos; Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo; No tengamos asalto, ni que hacer salida, Ni grito de alarma en nuestras plazas. Bienaventurado el pueblo que tiene esto; Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová» (Salmos 144:1-15)

     

    7.- Salmos para Orar Restauración

    «Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, Que estás entre querubines, resplandece. Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés, Y ven a salvarnos.

    Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Jehová, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo? Les diste a comer pan de lágrimas, Y a beber lágrimas en gran abundancia. Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos, Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

    Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos. Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste. Limpiaste sitio delante de ella, e hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

    Los montes fueron cubiertos de su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios. Extendió sus vástagos hasta el mar, y hasta el río sus renuevos. ¿Por qué aportillaste sus vallados, y la vendimian todos los que pasan por el camino? La destroza el puerco montés, Y la bestia del campo la devora.

    Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora; Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña, La planta que plantó tu diestra, Y el renuevo que para ti afirmaste. Quemada a fuego está, asolada; Perezcan por la reprensión de tu rostro.

    Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.  Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre. !!Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos» (Salmos 80:1-19)

    8.- Salmos para Orar por ayuda de Dios

    «Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos; Respóndeme por tu verdad, por tu justicia. Y no entres en juicio con tu siervo; Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano. Porque ha perseguido el enemigo mi alma; Ha postrado en tierra mi vida; Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

    Y mi espíritu se angustió dentro de mí; Está desolado mi corazón. Me acordé de los días antiguos; Meditaba en todas tus obras; Reflexionaba en las obras de tus manos. Extendí mis manos a ti, Mi alma a ti como la tierra sedienta. Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu; No escondas de mí tu rostro, No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

    Hazme oír por la mañana tu misericordia, Porque en ti he confiado; Hazme saber el camino por donde ande, Porque a ti he elevado mi alma. Líbrame de mis enemigos, oh Jehová; En ti me refugio.

    Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud. Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás; Por tu justicia sacarás mi alma de angustia. Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos, Y destruirás a todos los adversarios de mi alma, Porque yo soy tu siervo» (Salmos 143:1-12)

    9.- Salmos para Orar un anciano

    «En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, Porque tú eres mi roca y mi fortaleza. Dios mío, líbrame de la mano del impío, De la mano del perverso y violento.

    Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud. En ti he sido sustentado desde el vientre; De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; De ti será siempre mi alabanza. Como prodigio he sido a muchos, Y tú mi refugio fuerte.

    Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares. Porque mis enemigos hablan de mí, Y los que acechan mi alma consultaron juntamente, diciendo: Dios lo ha desamparado; Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

    Oh Dios, no te alejes de mí; Dios mío, acude pronto en mi socorro. Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan. Mas yo esperaré siempre, y te alabaré más y más. Mi boca publicará tu justicia Y tus hechos de salvación todo el día, aunque no sé su número.

    Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a todos los que han de venir, Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.

    Tú has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú? Tú, que me has hecho ver muchas angustias y machos, Volverás a darme vida, Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra. Aumentarás mi grandeza, Y volverás a consolarme.

    Asimismo, yo te alabaré con instrumento de salterio, Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa, Oh Santo de Israel. Mis labios se alegrarán cuando cante a ti, Y mi alma, la cual redimiste. Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día; Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban» (Salmos 71:1-24)

    10.- Salmos para Orar en la Noche

    «Respondeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar: Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Sabed pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí: Jehová oirá cuando yo a él clamare. Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.

    Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová. Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro. Tú diste alegría en mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto. En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado» (Salmos 4:1-8)

    Como se pudo ver cada uno de estos salmos pueden ser empleados para lograr por un motivo específico. De tal forma, que puede ser una guía para todos aquellos que estén iniciando el camino de la oración, por que los invito a que puedan recitar cada uno de estos textos pidiendo la dirección del Espíritu Santo, quien te ayudará en realizar esta oración con mucha fe delante del Padre Celestial.

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